Alba Chesa Cabrero, 34 años, vecina de Albelda y Licenciada en Ciencias Ambientales. Gracias a su interés por la botánica y los usos medicinales y cosméticos de diferentes especies realizó un curso de elaboración de jabones naturales que le permitió descubrir la posibilidad de dar otros usos al aceite de oliva, los beneficios que genera el uso de cosméticos naturales y responsables, así como también pudo comprobar que todas aquellas personas que los probaban volvían a repetir y así es como comenzó a gestarse la idea que aquello podría convertirse en un medio de vida.

Los inicios fueron difíciles: requisitos sanitarios muy estrictos, inversión inicial descabellada… pero, finalmente, al seno de la Asociació d'Artesans Saboners de Catalunya, un grupo de personas en situación parecida, decidieron unirse y crear un obrador comunitario, para así ahorrar los costes. Así que ahora, y de momento, elaboran los cosméticos en Montgai (sede del obrador) con todos los requisitos legales. Mientras que Alba Chesa, atraída por el medio rural en el que nació y fiel defensora de su desarrollo, está a punto de abrir en Albelda una pequeña tienda taller, con intención de poder vender al público las formas cosméticas elaboradas, pero además ofrecer un espacio donde aquel que lo desee pueda acercarse a elaborar sus propios cosméticos, dar clases, charlas y talleres.